EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA💫

Marcos 16,15-18:

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»

Palabra del Señor
💫 MEDITACION DEL EVANGELIO💫

Mc. 16, 15-18:

💫Tenés que caerte del caballo para que puedas ver y anunciar.

  1. Caerse del caballo:

Es uno de los puntos que destacan la figura de san Pablo. Hoy celebramos su conversión, su cambio, de ser perseguidor pasa a ser perseguido. Cuando Jesús se aparece a su persona le dice: “¿por qué me persigues?”, manifestando que perseguir a la Iglesia es perseguir a Cristo, son las dos caras de la misma moneda. El caer del caballo es representación de caer de tu soberbia, de tus planes, de eso que te hace mirar por encima a otros, como que vos sos el perfectito. Hoy capaz que Dios te quiere tirar del caballo y hacerte recordar lo duro que es el piso, la vida. Pero, por sobre todo, que tenés hermanos que ya se han caído, pero también se han levantado.

  1. Ver:

Saulo queda ciego, será un seguidor de Jesús quien le hará ver. Cuando te caes del caballo de la vida pasas un tiempo ciego, y te cuesta ver y entender las cosas. Eso que muchas veces te pasa a vos cuando te golpeas en la vida y quedas como tonto, cuestionándote todo, porque no sabes dónde estás parado y empezás a dudar de todo lo que hiciste. Necesitas de esa persona que te devuelve la vista y te hace ver por dónde tenés que caminar, te deja un camino marcado. Qué duro cuando uno no puede ver.

  1. Anunciar:

Lo que claramente aparece en el evangelio. Cuando uno se cae y ve la vida desde otro punto, necesita anunciarlo. Es una necesidad interior mostrar la obra de Dios no tan solo en la Biblia sino más bien en y con tu vida. Hoy tenemos muchos que están subidos al caballo, incluso nosotros, consagrados. Fíjate si vos que ya te caíste podés ayudar a otros a que vuelvan a ver, así no se quedan lamentando de la caída que tuvieron y, por fin, salgamos a anunciar juntos que ¡Cristo vive! Algo bueno está por venir.