Las monedas emergentes se devalúan en el mundo. El contexto global deja de jugar para la Argentina y el viento de cola comienza a soplar de frente.
Al Banco Central de la República Argentina (BCRA) se le suma un problema. La estabilidad cambiaria actual se ve amenazada no solo por los desequilibrios macroeconómicos domésticos, sino que factores internacionales ya comienzan a ser una amenaza.
A diferencia de lo que se observó en 2020, el dólar en el mundo está subiendo, una variable que complica la débil situación cambiaria local.
El viento de cola de 2020 ha dejado de soplar y está, cada vez con más fuerza, transformándose en viento de frente.
Las tasas en el mundo están subiendo, junto a una política monetaria contractiva de los bancos centrales globales, dejando atrás el escenario de hiper liquidez monetaria, fin de ciclo de política monetaria ultra laxa y de tasas bajas.
El mundo inversor observa ese giro de los bancos centrales y de la propia Fed, por lo que se adelanta. La mejor forma de ver dicho cambio en las expectativas de los inversores globales es la suba del dólar en el mundo.
El dólar está subiendo debido a que el mercado espera que, ante un cambio en la política monetaria de la Fed, los capitales regresen a EEUU y para ello deben comprar dólares.
En lo que va del año, el dólar Index sube 6,5% y toca su mayor valor desde junio de 2020, lo cual representa una amenaza para los mercados emergentes, incluidas la Argentina.
Un contexto en donde las tasas en Wall Street suben, provoca un empinamiento alcista también en el dólar el dólar, por lo que genera un escenario adverso para los flujos para los mercados emergentes.
No son buenas noticias para el Banco Central que encabeza Miguel Pesce, que además de lidiar con los desequilibrios domésticos deberá además combatir el contexto global mas adverso por el lado de los flujos.
Se observa que casi todas las monedas de la región se han devaluado en los últimos seis meses.
El dólar en Brasil sube 5%, similar al 4% del dólar en México. El Sol de Perú y el peso colombiano han visto una pérdida del 7% contra el dólar. En Chile, el dólar sube 16% en los últimos 180 días, superando a la devaluación del Rand Sudafricano que pierde casi 11% contra el dólar.
Salvo el rublo ruso y el peso uruguayo que se aprecian en el margen, todo el resto de las monedas se han devaluado.
El peso argentino, medido contra el contado con liquidación, es la moneda que mas se devaluó en los últimos 6 meses. Sube 30% y le gana incluso a la devaluación histórica que está sufriendo la lira turca que pierde 26% contra el dólar.
Diego Martínez Burzaco, head de research de Inviu destaca que la Argentina volvió a perder una oportunidad de mucha liquidez, bajas tasas y dólar débil.
Para Martínez Burzaco, lo único que se aprovechó, sin buscarlo, fue la mejora de los términos de intercambio (soja, trigo, etc) y que una suba del dólar genera un contexto adverso para emergentes, incluido la Argentina.
«Un mundo más adverso al riesgo y con capitales que van a salir de la región, puede complicar a la Argentina en el mediano plazo. De corto, pesa más lo propio de la Argentina y cómo encara resolución de sus desequilibrios. Es como que puede diverger de corto plazo respecto el mundo, pero de mediano plazo lo internacional condiciona», afirmó.
Un operador de bonos de un banco local subraya que la Argentina se encuentra en un contexto muy desafiante y que la luna de miel de los mercados vivida en 2020 ya no luce este año.
«El mundo ya no está jugando para la Argentina. Con el giro de los bancos centrales, abandonando sus políticas monetarias laxas y virando hacia medidas contractivas, genera un escenario adverso para el mundo emergente. Los mercados financieros se mueven por flujos y tener un contexto de flujos en contra, sumada a las debilidades domésticas, todo eso genera un escenario muy complicado para la parte cambiaria local. El BCRA llega con una posición muy debilitada a esta situación, mientras que el Gobierno llega con una falta de apoyo electoral. Difícil por donde lo mires», advertía el operador del banco.
Blindados por el cepo
El mercado argentino en general y la parte cambiaria en particular se encuentran aislados del mundo debido a la existencia de un cepo al dólar hiper estricto.
Esto hace que, si bien los flujos pueden ponerse en contra, de alguna manera el cepo te blinda del sesgo negativo del contexto, es decir, de la salida de los capitales.
De alguna manera, con la existencia del cepo, como los fondos saben que no pueden salir, tampoco ingresan, por lo que los flujos externos representan una amenaza, pero terminan siendo atenuados por el cepo al dólar.
José Ignacio Bano, head de research de IOL Invertironline considera que el peso argentino se encuentra desconectado del mundo por la cantidad de restricciones y normativas impuestas en el mercado.
«Hay una amplia cantidad de distintos tipos de cambio, aunque siempre estamos hablando de dólar (dólar soja, dólar oficial, dólar financiero, dólar solidario, etc.) Todo esto demuestra cómo las normativas y las restricciones del Gobierno pueden separar el dólar de su marcha natural y que no fluye tanto lo que pasa en los mercados globales respecto del dólar en el mundo y su impacto en lo local. Estamos más metidos más en temas domésticos y eso es lo que va a determinar la marcha del tipo de cambio», estimó Bano.
Si se amplía el marco temporal, observamos que el pese a las restricciones, dólar contado con liquidación es el que más sube en el mundo emergente, con un avance del 48% en lo que va del año.
Le sigue el dólar en Turquía que sube 40%. Mas abajo se encuentra todo el pelotón de países, que muestran suba del dólar en sus respectivas plazas cambiarias de entre 4% y 16%. Solo el rublo ruso se aprecia 1,3 en 2021%.
El director de un fondo común de inversión local señalaba que el cepo hard implica una suerte de seguro contra los flujos globales.
«Estamos fuera del radar de los mercados. Nadie mira a la Argentina. Todos los flujos que se pudieron ir ya se fueron, por lo que, si el dólar en el mundo sube, no va a haber tanta presión. Sin embargo, es cierto que, si el dólar en el mundo sube, claramente no juega a favor de la estabilidad cambiaria local. El mayor riesgo que veo es que, una suba del dólar suele venir de la mano de una caída de las materias primas. Allí es donde Argentina podría sufrir más», advirtió el especialista.
Se observa que, mientras el dólar en el mundo subió 5% en los últimos seis meses, la soja se cayó un 17% en el mismo periodo. Sin embargo, el trigo y el maíz suben 6% y 17% respectivamente.
Sobre este punto, Bano coincide con el director del fondo y advierte también que una suba del dólar Index suele venir asociada a una debilidad en las materias primas.
«Hay correlación negativa entre el dólar y las materias primas. Un dólar más alto implica que las materias primas en dólares valen menos dólares y eso nos perjudica. Allí la dinámica de la soja luce determinante. Si bien la soja se retrotrajo respecto de sus máximos de u$s 600, el hecho de que opere en dichos máximos también sonaba raro y a estos precios luce más razonable. El año que viene difícilmente se replique el buen momento de la soja que se vio en 2020 y ese es un tema a monitorear», sostuvo.
Mirando al FMI
Si bien el mundo importa, la clave pasa también por lo que ocurra a nivel doméstico. En ese sentido, las negociaciones con el FMI, un plan económico y la corrección de desequilibrios macroeconómicos lucen clave para poder generar calma cambiaria.
Los analistas de Facimex Valores consideran que lo más probable es un camino de moderación tras el resultado electoral.
«Los pasos que siguió Fernández tras el resultado electoral parecen confirmar que las autoridades son conscientes de que un escenario de «no acuerdo» con el FMI no es un camino viable, ya que pondría a Argentina en autarquía financiera y arriesga desplazar a la economía a un equilibrio de mayor nominalidad. Fernández aclaró que un acuerdo con el FMI es respaldado por todos los espacios del oficialismo, aunque es probable que los inversores esperen señales directas de los distintos actores del gobierno que ratifiquen estas declaraciones«, dijeron desde la compañía.
Por su parte, Bano entiende que la clave sobre el dólar será lo que ocurra con las próximas medidas económicas y un eventual acercamiento al FMI.
«Creo que el dólar lo que le va a influir es ver qué medidas y restricciones se toman de acá en adelante. Obviamente el tema del acuerdo con el FMI es clave ya que es lo que va a hacer que Argentina vuelva a estar integrada al mundo. Se necesita encontrar otra vía de financiamiento que no sea la emisión monetaria», advirtió el gerente de research de IOL.
En relación al futuro del tipo de cambio, Bano resalta que una baja nivel de reservas, junto a una permanencia en el déficit fiscal, emisión monetaria y un mercado local pequeño que solo compra letras de corto plazo sin capacidad para financiar al Tesoro, todo eso genera una expectativa en la que no se proyecte una caída en el dólar
Finalmente, y en relación al acuerdo con el Fondo y la dinámica cambiaria, desde Grupo SBS esperan que la reducción en la brecha cambiaria y metas de acumulación de reservas serán parte de lo acordado con el FMI.
«Creemos que podría darse un aumento en la tasa de crawling peg así como algunas medidas orientadas a reducir las limitaciones para la operatoria de los tipos de cambio alternativos, receta que funcionó en octubre de 2020. Los costos de no acordar con el FMI son elevados en términos de profundización de desequilibrios macro, por lo que creemos que se alcanzará un acuerdo. La capacidad de este de permitir el inicio de un sendero de estabilización dependerá del grado de consenso obtenido entre todas las partes», comentaron desde Grupo SBS.