Infidelidad y puñetazos: escándalo en la vía pública entre un fiscal y un empleado judicial

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El insólito suceso ocurrió en Santiago del Estero y quedó registrado por las cámaras de seguridad. El dirigente salió a pedir disculpas asegurando sentirse arrepentido y avergonzado por su actitud

Durante las últimas horas, un fiscal auxiliar de las Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero, agarró a trompadas a un empleado judicial en plena calle por una supuesta infidelidad.

Las imágenes fueron registradas por la cámara de seguridad de la ciudad, que luego se volvieron virales en las redes. Por el escándalo, lo relevaron del cargo.

El fiscal Marcelo Sgoifo fue filmado por una cámara de seguridad golpeando a Matías Ormaechea, quien se desempeña como jefe de despacho en la Fiscalía.

En las imágenes se ve cómo la esposa del golpeado salió en su defensa y también fue empujada y tirada al piso por Sgoifo. Además, se puede ver que otras personas que se acercan a la escena tampoco pueden frenarlo ya que estaba furioso.

Según informó El Liberal, las autoridades santiagueñas del Ministerio Público Fiscal solicitaron al Superior Tribunal de Justicia remover a Sgoifo como fiscal auxiliar de la circunscripción Río Hondo-Jiménez. Sin embargo, como era auxiliar no fue necesario tratar su remoción a través del juicio político ante el Consejo de la Magistratura.

La versión oficial sobre la agresión de los trabajadores tribunales indicó que se “trató de una pelea de índole privada”, aunque se sospecha de una supuesta infidelidad, ya que Sgoifo habría descubierto unos chats entre su esposa, una abogada de Las Termas, y Ormaechea.

Pero a raíz de ello, el agresor envió una carta al diario El Liberal en el que pidió perdón por los hechos: “Ante la exposición pública de un hecho en el cual partícipe días atrás y que tuvieron repercusión en las distintas redes sociales, notas periodísticas, videos etc. sobre una cuestión evidentemente privada sin haber escuchado la verdad de cómo comenzaron realmente los hechos acontecidos y de los cuales siento profunda congoja, vergüenza y arrepentimiento”.

“Decidí guardar silencio, compelido a leer, escuchar como libremente exponían barbaridades de mi mujer, sin que nadie esbozara arrepentimiento o disculpa alguna. No obstante ello, quiero pedir públicas disculpas a los damnificados y a mi familia, por la situación atravesada, remitiéndome a los audios, mensajes y videos donde huelgan las palabras”, continuó en su descargo.

Finalmente concluyó: “No tengo más palabras solo arrepentimiento y suma tristeza por lo acontecido”.