jueves, septiembre 19

La ropa en Argentina cuesta un 35% más que en toda Latinoamérica

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En nuestro país se vende la ropa más cara de la región y de las más costosas a nivel global. La tendencia al encarecimiento de la indumentaria inició hace más de veinte años, en los albores de la posconvertibilidad, y se exacerbó con las medidas cambiaras y la inflación de costos en los últimos años.

Argentina destaca por ofrecer al consumidor la ropa más cara de toda la región latinoamericana y, a la vez, de las mas costosas en todo el mundo.

El dato se desprende de un trabajo realizado por Fundar en el que se recopilaron 390.000 precios on line en 33 prendas de vestir a nivel local e internacional, con una reconstrucción de series estadísticas de cada uno de los países analizados.

El resultado del mismo es que, en términos absolutos, una canasta de prendas ofrecidas en nuestro país al tipo de cambio oficial es un 35% más costosa que en el resto de los países de la región. Ese porcentaje disminuye al 16% si se utiliza como tipo de cambio al dólar MEP.

La indumentaria comercializada en Argentina fue comparada en precios con la oferta de México, Colombia, Brasil, Perú, Uruguay y Chile. 

La novedad pone de relieve una vez más la cuestión del encarecimiento de la ropa en nuestro país, que da lugar a la discusión sobre los factores y responsabilidades alrededor del problema.

Algunos sectores culpan al proteccionismo del que goza la industria textil en el país y sostienen que para bajar los precios hay que abrir la importación, como ya empezó a hacerse con el gobierno de Milei en algunas áreas como alimentos.

Otros consideran que los altos precios se deben a factores de mayor complejidad como el aumento en los costos de producción, la dificultad para acceder a créditos y cuestiones ajenas al entramado productivo local como el bajo costo de la mano de obra textil en otros países del mundo.

Lo cierto es que la suba de precios en cuanto a la indumentaria es una tendencia que inició hace más de veinte años con la salida de la convertibilidad, y fue exacerbándose en el tiempo con el aumento de la inflación y las medidas de control de capitales e importaciones.

Sin embargo, en el mismo estudio se identifica otra tendencia, que es la de la dispersión de precios. Así como la ropa de gama media y alta se encuentra por las nubes, la indumentaria de baja gama, aquella que ofrecen segundas marcas y la de segunda mano, se ubica en precios accesibles para el castigado consumidor argentino.

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