Los movimientos de Cristina y Macri para consolidar sus candidaturas en2023

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En muchos aspectos, realizan jugadas que tienen un mismo fin: llegar a 2023 proclamados por los suyos y sin competencia interna. El escenario que viene

No hacen exactamente lo mismo, sus posiciones relativas dentro de cada uno de sus espacios son diferentes, pero en muchos aspectos sus jugadas son asimilables, y claramente tienen un mismo fin, llegar a junio de 2023, proclamados por los suyos y sin competencia interna. La «madre de todas las batallas» entre Cristina Kirchner y Mauricio Macri, es un escenario cada vez mas viable y generaría una bisagra histórica en la política local, un antes y un después, gane quien gane.

Macri ya está de gira por el país. El mismo, y también su entorno, niegan que haya decisión tomada respecto a una candidatura, y es parcialmente cierto. Macri desearía para ser candidato, que un «operativo clamor» lo lleve en andas a la pelea presidencial, sin confrontación.

De hecho, hay quienes en sus cercanías, apoyan la idea kirchnerista de suspender las primarias, incluso cuando en público, Macri sostenga que las defiende. «Sin primarias la única forma de ordenar esto es Mauricio Presidente. (Patricia) Bullrich no se va a bajar para favorecer a (Horacio Rodríguez) Larreta. Ni viceversa, ni mucho menos, ninguno de ellos va a postergarse por (Facundo) Manes. Y una interna sin control de la justicia, como hizo la alianza en el ’99 (Fernando De la Rúa le ganó a Graciela Fernández Meijide) es imposible, porque el PJ la va a ‘aparatear’ toda», dice una fuente muy macrista.

Es cierto. La ventaja de las PASO es que son de voto obligatorio y aparte simultáneas. Si el votante del PJ no vota en su interna para influir en la del rival, le resta votos a su candidato y lo arriesga a llegar a las generales con muy poco peso en las urnas, casi derrotado. Y la obligatoriedad hace que los aparatos se diluyan, cuando todos votan, controlar unos miles de electores, es poco relevante.

«Ahora Mauricio presenta el libro (como l.o hizo Cristina en 2019), recorre el país, reposiciona su imagen que ya esta creciendo, y después veremos. Hace dos años era impensable que este hombre estuviese como ahora, tenemos seis meses para generar el clamor del regreso», dice un estratega macrista.

Cristina también busca el clamor. No sabe si quiere ser presidenta, pero en definitiva, preferiría rechazar el convite a que no se le suplique su candidatura. El juicio de vialidad y el atentado le han devuelto una centralidad inesperada, la han victimizado. Al menos para los suyos y desde ese lugar, es la mejor candidata de su alicaído espacio político.

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Desde el cristinismo buscan impulsar la candidatura de Cristina Kirchner en 2023 como única opción

Los movimientos de Cristina y Mauricio para consolidar sus candidaturas 

La semana pasada, el ministro de Ambiente, Juan Cabandie, el hombre de La Cámpora en la Ciudad, proclamó que solo «con Cristina hay 2023». Podría ser cierto o no, pero el operativo está en marcha.

«Va a tener que ser fuerte, intenso, con mucha presencia en las calles. No se descarta una gran marcha como la del feriado del atentado, pero a la casa de ella, para pedirle que sea candidata. ¿Te imaginas medio palo de personas en la calle en la puerta de Uruguay y Juncal rogándole que agarre? Ya la veo saludando del balcón y prometiendo que lo va considerar», dice el kirchnerista de paladar negro que se ilusiona con la imagen, aunque aclara, es algo que podría producirse en marzo del año próximo.

En el PRO, la jugada macrista se ve venir y especialmente en las huestes de Larreta, no está bien vista, ni saben como reaccionar a la iniciativa. «¿Qué hace Horacio si Macri se lanza? ¿Le compite? No hay reelección en la Ciudad, es el salto a la presidencia ¿o qué? ¿Ser Senador? Eso no es para Horacio», explican en sus cercanías.

Es lógico, todos le quieren ganar al oficialismo, pero no quieren quedar postergados por los propios. «Los dirigentes que no se van cuando se tienen que ir complican la evolución de las organizaciones políticas. Mirá, el gran ejemplo es la UCR. Los chicos de la Coordinadora que quedaron pegados al último año de (Raúl) Alfonsín, tenían 40 años cuando perdieran toda chance de que nadie los vote nunca más. Por lógica, nadie quiere morir en vida a los 40 años, así que se quedaron controlando el partido y lo llevaron a terapia intensiva por dos décadas. Biológicamente en ellos se entiende, pero Macri debería saber que su lugar no es la candidatura sino el rol que ahora juega Obama en Estados Unidos: gran referente y guía partidario», especula un analista de Juntos, que juega con todos.

En el kirchnerismo y en el PJ también, hay menos disconformidad con la eventual candidatura de Cristina. Por primera vez en mucho tiempo, salvo por Juan Schiaretti, no hay un solo gobernador que crea que puede ganar y tenga ganas de jugar una candidatura presidencial.

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Macri deberá competir con las aspiraciones presidenciales de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta

Elecciones 2023: el papel de Sergio Massa

Por su lado, Sergio Massa les dice a sus íntimos, que, por ahora, su idea es ordenar esto y esperar a 2027. Otros susurran que también estaría esperando un clamor, pero la mayoría desdeña esa posibilidad. Un kirchnerista muy cercano a la vicepresidenta, tuvo un preinfarto de la risa cuando se le preguntó: «¿Podría haber un pedido masivo a Sergio para que sea el candidato?», consultó, ingenuo, este cronista. El operador estalló: «¿Vos me estás jodiendo no?» balbuceó y siguió riendo. Me fui sin despedirme, cerré la puerta tras de mí. En el pasillo, seguía escuchando las carcajadas.

En definitiva, las estrategias parecen muy similares, aunque en el caso de Macri, hay cierta dependencia de la suspensión de las PASO, para que la necesidad de su candidatura se agigante. No hay mucho mas que esperar que algún regreso, en el país del eterno retorno, el bucle argentino, el interminable día de la marmota.

f: IProfesional