martes, abril 30

Luciano Benavides acaricia la cima del Mundial de Rally

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Tras los 265 kilómetros de especial y 197 km de enlace, el salteño señaló: “Fue una etapa bastante buena, muy rápida. Pensé que iba a ser más lenta, pero apreté lo más que podía”.

La mitad del Desafío Ruta 40 se cumplió este miércoles para Luciano Benavides en el primero de los tramos Belén-Belén. Y a falta de dos jornadas, el piloto salteño de Husqvarna acaricia la cima del campeonato Mundial: fue segundo y sigue en esa ubicación en la general solo por detrás de Tosha Schareina (quien no suma puntos en la competencia del mundo).

Tras los 265 kilómetros de especial y 197 km de enlace, el salteño señaló: “Fue una etapa bastante buena, muy rápida. Pensé que iba a ser más lenta, pero apreté lo más que podía, sin arriesgar de más porque vengo peleando el campeonato. Sin embargo hay que ser más inteligente”.

El menor de los Benavides corre con algunos inconvenientes en su espalda y también sintió molestias en sus manos. “Al principio no sentía las manos, el sol de frente casi no te dejaba ver. Casi me accidenté y no me podía soltar del manubrio, pero la moto anda excelente y el físico también. Estamos en carrera”.

Consultado por los segundos puestos que ocupa desde el prólogo en el Desafío Ruta 40, indicó: “Tengo que pelear conmigo mismo porque obviamente quiero ganar la general, pero a la vez se que Tosha no va peleando el campeonato, así que técnicamente voy ganando tres etapas del mundial. En el fondo quiero ganar, pero sé que es un deporte muy peligroso. El que sea más prolijo y más inteligente va a ganar el Mundial. Y estoy más que satisfecho con lo que vengo haciendo”.

La polémica de las bonificaciones

Los tres primeros pilotos que abren pista son beneficiados al final de la carrera y muchos de ellos no están conformes con esta nueva regla de las autoridades. Luciano se refirió al respecto: “Es una regla que no está del todo bien y hay que volver a verlo o poner un número fijo. Tendrá que verlo la organización”.

El salteño llegó nuevamente al campamento ubicado en el polideportivo de Belén, lugar donde llegó accidentado en 2018. “Vengo peleando conmigo mismo porque hice un gran cambio desde ese accidente en mi primer año del Dakar. Fue un largo camino hasta acá y vengo muy contento con el trabajo. Mañana es en Fiambalá una etapa muy difícil, considerada como la capital del Dakar en Sudamérica”.

Y finalmente reiteró la alegría de volver a la Argentina: “Correr con el público es una motivacion increíble. Vengo muy contento, voy dándolo todo y está mi hermano afuera de pista apoyándome”.