Luis Almagro: “Parte del gobierno argentino le debe mucho a Cuba”

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El secretario general de la OEA aseguró que está al tanto de las críticas de Cristina Kirchner a la Corte Suprema, pero que no cree que el organismo internacional vaya a intervenir

Luis Almagro, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), aseguró este domingo que “Cuba tiene una influencia importante en las decisiones del gobierno argentino” de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

“Parte de la gente en el gobierno argentino le debe mucho a Cuba”, aseguró Almagro a Infobae, al tiempo que se mostró sorprendido sobre la crisis venezolana: Hugo Chávez, dice, era “diez mil veces superior” a Nicolás Maduro. Eso no le impediría, llegado el caso, sentarse a tomar un café con el líder del régimen de Caracas.

Respecto de las críticas de Kirchner a la Corte Suprema, aseguró que por ahora no es un tema de la OEA y confía en que los argentinos sean capaces de resolverlo.

Ante la pregunta del periodista Sebastián Fest sobre el impacto de las cuarentenas establecidas por el coronavirus sobre las libertades y los derechos en Venezuela, Cuba y Nicaragua, aseguró: “Cuando hay controles y balances entre los diferentes del Estado y dinámicas institucionales sujetas a responsabilidad pública es diferente a lo que ocurre en una dictadura. Han habido limitaciones a derechos fundamentales, y lo hemos señalado: libre circulación, tránsito, reunión, manifestación… Todo eso está limitado, pero dentro de soluciones en el sistema democrático. Cuando tus libertades y tus garantías no valen nada y solo están sujetas a la arbitrariedad y tiranía del dictador es otra cosa”.

“Si uno cuenta los procesos de diálogo que han habido en Venezuela y los resultados que han servido para consolidar el status quo, uno no puede decir que eso había que dejar de hacerlo en determinado momento. Pensamos que era necesario seguir insistiendo en buscar esas oportunidades. Y también es cierto que aquellos que han ido al proceso de diàlogo han ido viendo de manera un poco extraña la situación. Todo proceso de diálogo requiere de alguien que presione en algún lugar, en especial si es una dictadura. Aquellos que impulsaron los diálogos siempre lo que pidieron fue la eliminación de las variables de presión sobre las dictaduras. Ahora hablan de eso mismo, y eso ha sido uno de los problemas fundamentales. La presión nunca llegó a los niveles que debió haber llegado para hacer sentir al régimen incómodo o ver como conveniente buscar una salida. Es una dictadura denunciada en Nueva York por narcotráfico, acusada en La Haya por crímenes de lesa humanidad y de corrupción en Houston o el propio Tribunal Supremo legítimo. ¿Y cuál es el aliciente para que esos dictadores se vayan? Solo la presión. Los juzgamientos que penden sobre ellos son demasiado graves. Los crímenes de lesa humanidad no prescriben, los casos de corrupción son demasiado grandes. Toda la corrupción de Odebrecht son 800 millones de dólares en comisiones, cualquier negocio de Pdvsa son 1.500 millones. Eso es lo disparatado de la corrupción del régimen”, aseguró.

¿Influye Cuba en la Argentina? Para el secretario de la OEA, sí: “Esto es algo que se vio mucho en la campaña (para la elección del secretario general de la OEA), y no solamente en Argentina. Rascando, rascando, llegando al final había siempre alguna queja o posicionamiento cubano respecto de la secretaría general de la organización. Ese fue un tema recurrente para ellos. Siempre ha sido su papel el de desestabilizar a la propia organización. Pero siempre hemos estado preparados para ello, como quedó demostrado con la propia reelección y los trabajos posteriores. Parte de la gente en el gobierno argentino le debe mucho a Cuba, y eso tiene verdaderamente una influencia política muy directa en las decisiones políticas que se toman. Pero listo, eso forma parte del paisaje político con el que debo trabajar, no hay ningún drama al respecto”.