Las autoridades rusas aseguran que es consecuencia del impacto de la variante Delta y la baja tasa de vacunación

El mundo comienza a dejar la pandemia atrás de la mano de una campaña de vacunación cuyas dosis ya dejan de estar en manos de las principales potencias económicas y pueden encontrarse en casi todos los rincones del planeta. Sin embargo, existen casos aislados donde el coronavirus no es historia y, a contra mano del resto, vive sus semanas más complicadas: uno de ellos es Rusia.

El país bicontinental es un caso paradójico ya que pese a haber desarrollado tres vacunas distintas (Sputnik V, EpiVacCorona, CoviVac), en las últimas 24 horas registró 973 fallecidos: un nuevo récord diario desde que comenzó la pandemia en febrero de 2020. Para peor, es el séptimo día consecutivo en el que se producen más de 900 decesos en el país, que según datos oficiales acumula ya un total de 218.345 muertes causadas por la COVID-19.

Los contagios en Rusia han estado en aumento desde mediados de septiembre y cada vez se acerca más al récord de diciembre de 2020. En los últimos días el crecimiento de casos se ha intensificado y todavía no es posible divisar una luz al final del túnel ni tampoco cuándo se alcanzará el pico en esta cuarta ola en la que se encuentra inmerso el país.

Las autoridades rusas alegan este crecimiento al duro impacto que está teniendo la variante Delta, a la vez que la población rusa es muy reticente a vacunarse. De acuerdo con Gogov.ru, una página web que ofrece datos actualizados y detallados por regiones del número de vacunas administradas en el país, actualmente 45,1 millones de personas (el 30,8 % de la población) se ha vacunado con la pauta completa.

Los números son más preocupantes al contrastarlos con los de la Unión Europea que tuvo algunas dificultades para acceder a vacunas en el comienzo del año. Allí, hasta el momento el 64% de la población ya está completamente vacunada; más del doble que en Rusia. Estos números explican por qué en este último se registran tantos fallecidos. En Europa, donde la vacunación es masiva, los fallecidos son 5 veces menos que en pese a que el numero de contagios es similar.

Pese al rápido aumento de los casos y de la mortalidad, el Kremlin ha descartado una cuarentena nacional y ha delegado en las autoridades regionales las competencias sobre restricciones asociadas al coronavirus. Al respecto, algunas regiones han tomado algunas medidas como limitar el acceso a restaurantes, cines, teatros, entre otras a quienes estén vacunados contra le covid, se hayan recuperado recientemente del mismo o tengan una prueba negativa en las 72 horas anteriores.

No obstante, en las principales ciudades del país como Moscú o San Petesburgo la vida continúa sin problemas: las empresas trabajan normalmente y no se controla el cumplimiento de las medidas sanitarias como el uso del barbijo.

Con información de EFE