Tres muertos y más de 200 heridos en Colombia: los motivos del descontento popular

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22 de noviembre de 2019

El presidente Iván Duque

El presidente Iván Duque

El #21N dejó un saldo trágico y la perspectiva de más movilizaciones masivas en rechazo a las medidas adoptadas por el presidente Iván Duque.

Al menos tres personas murieron y otras 273 quedaron heridas en diversos episodios ocurridos durante las marchas masivas realizadas el jueves 21 de noviembre en Colombia en rechazo a las medidas adoptadas por el presidente Iván Duque.

La convocatoria se originó en las redes sociales con el #21N y los colombianos de todas las ciudades salieron a las calles de Bogotá, Medellín, Cali y otras ciudades, entre otros motivos en rechazo al «paquetazo» de medidas económicas impulsado por Duque, que afectaría a las clases populares con una reforma impositiva y previsional.

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, confirmó este viernes las muertes, que ocurrieron en el occidental departamento del Valle de Cauca, del cual es capital Cali. Además precisó que resultaron heridos «148 militares, 122 civiles y tres policías».

Trujillo explicó que más de 250 mil colombianos participaron de 662 concentraciones y actividades que se realizaron en 31 departamentos del país durante todo el jueves.

El Valle del Cauca fue el escenario de las protestas más fuertes, pero también de saqueos. De hecho, dos de las tres muertes se produjeron en ese contexto en el centro comercial de Buenaventura, y la tercera fue durante la jornada de disturbios y represión en la ciudad de Candelaria.

El clima en ese departamento empezó a caldearse en agosto de este año, cuando fue asesinado un grupo de niños de entre 12 y 17 años durante un bombardeo del Ejército colombiano cerca de la aldea Aguas Claras II.

Desde el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses informaron que algunas de las víctimas del bombardeo fueron Ángela Gaitán, de 12 años; José Rojas, de 15; Sandra Vargas y Diana Medina, ambas de 16; Jhon Pinzón, Wílmer Castro y Abimiler Morales, de 17, y un octavo menor de edad cuya identificación no fue precisada por la Fiscalía, informó el sitio Caracol TV.

El Ejército colombiano negó que los niños hubieran sido perseguidos con perros tras el bombardeo, sino que fueron víctimas colaterales, o «falsos positivos» en un bombardeo dirigido a aplacar el resurgimiento de las FARC, pero los habitantes de Aguas Claras II afirmaron lo contrario.

Los soldados «cargaban perros que persiguieron niños y los mataron al frente de unos potreros», afirmó José Fernando Saldaña, vecino de la localidad, al sitio Noticias Uno.

La muerte de los niños, todavía sin esclarecer, y el «paquetazo» en ciernes, que incluye la perspectiva de ajuste para los sectores populares, se sumaron a la decisión de Duque de implementar la extracción de hidrocarburos por «fracking».

La implementación del «fracking» está en suspenso hasta 2020 tras un fallo emitido en septiembre por el Consejo de Estado, el tribunal supremo de Colombia, pero encendió las alarmas de los líderes de comunidades indígenas y de activistas sociales.

Desde esos sectores empezaron a llegar las críticas al gobierno de Duque, que todavía no cumplió dos años en el poder y enfrenta por estas horas el descontento generalizado de la población.

«Los estudiantes, los trabajadores, los artistas y la gran mayoría de personas que se movilizaron lo hicieron con intención legítima de hacer sentir su voz y los escuchamos», aseguró el Presidente en un discurso tras la jornada de manifestaciones y cacerolazos en todo el país.

En lo que va del año aparecieron muertas decenas de líderes y activistas sociales e indígenas