miércoles, septiembre 18

Cómo evitar el efecto rebote al dejar un producto

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Qué sucede con los cosméticos y tratamientos para la piel y el pelo

Existen diferentes productos que prometen fortalecer el pelo, disminuir las arrugas o quitar la celulitis, pero, ¿qué pasa si no querés usar tratamientos de por vida?

Cuando hablamos de un supuesto efecto rebote, lo que nos viene a la mente es pensar que, al dejar un cosmético vamos a perder sus efectos y tener la piel incluso peor que antes de usarlo. Pero, este efecto, como tal, no existe. Lo que ocurre es que, al retirarlo, sí dejaremos de ver sus efectos, pero no de forma más acuciada que antes de usarlo.

Por ejemplo, si tenés una piel con signos de la edad y los estás controlando con retinol, si lo dejás de usar el cutis volverá a revelar su estado natural, ya que no le estás dando el alimento para revertirlos.

Con el paso del tiempo, cada vez producimos menos colágeno, por lo que, de manera natural, la piel es más propensa a tener arrugas. Si eliminás ingredientes antiedad como el retinol, no la verás como estaba antes de empezar a usarlo, sino como está ahora con tus circunstancias biológicas particulares.

A nivel de piel y cabello, la nutricosmética actúa proporcionando los nutrientes y principios activos para el correcto funcionamiento del organismo y potencia sus efectos. De la misma manera que notás una mejoría cuando iniciás una suplementación y percibís determinados cambios, sea en tu piel, cuerpo o pelo, cuando parás tu rutina de suplementación, también verás un descenso en sus efectos.

Esto se manifiesta de manera notable cuando se trata de nutricosmética con ácido hialurónico, una molécula muy inestable, de rápida absorción y que hace que sus efectos sean ciertamente evidentes, pero también, por esta misma rápida absorción, sus efectos no se “acumulan”.

Sin embargo, si se trata de nutricosmética con betacarotenos, durante su ingesta, preferiblemente en los meses de verano, ayuda a preparar la piel para la exposición al sol, además de prolongar el bronceado e incrementar el nivel de antioxidantes. En este caso de suplementos con antioxidantes, sí permiten hacer una toma más puntual, a modo de “cura” o tratamiento intensivo, no continua. Su toma siempre beneficiará al organismo, pero no tendrás una disminución de sus efectos si dejás de tomar antioxidantes.

Con la suplementación para el pelo, ya sea hierro o zinc, por ejemplo, pasará como con la piel. Con la parada de su ingesta, descenderá la calidad del cabello y podés ver incrementada su pérdida, en el caso de que este sea el problema que estés tratando.

Si dejás un cosmético de lado, empezarás a ver que vuelve a aparecer lo que querías eliminar. El tiempo en el que ocurrirá depende mucho del producto que uses. En exfoliantes, se puede notar en solo unas dos semanas; con productos hidratantes, casi en el mismo día; y con activos antiedad, como el retinol o los péptidos, la piel vuelve a su ser en aproximadamente dos meses.

Con la medicina estética sí notamos ciertas diferencias, ya que estos tratamientos tienen resultados más duraderos. Por ejemplo, cuando inyectamos ácido hialurónico en una articulación para que funcione mejor. Lo cierto es que, al dejar de realizar o parar un tiempo, especialmente a nivel corporal, los efectos siguen existiendo a largo plazo, en cuanto a la producción de colágeno, la estimulación celular e, incluso, la memoria muscular. Si dejamos de hacernos tratamientos de estética, sea en inyectables o en aparatología, siempre habrás mejorado aquello que querías tratar previamente.

Consejos para minimizar ese relativo efecto rebote:

Limpieza, de ser posible con activos exfoliantes para mantener el poro limpio y hacer una exfoliación suave. También podés incluir una loción o esencia con ácido salicílico y renovadores celulares suaves como la gluconolactona, entre otros activos, con la que mejorarías la textura, desobstruirías y minimizarías el poro. Por la noche hacé una doble limpieza para retirar el sebo y restos de cosméticos acumulados a lo largo del día.

Hidratación específica según el tipo de piel, al que podés añadir activos como el ácido hialurónico, la niacinamida o las ceramidas.

Fotoprotección: una piel no protegida frente al daño solar, puede derivar en un cutis más apagado, con una textura más irregular y con un poro más obstruido.

– En cuanto a la rutina corporal, al tratarse de productos cuyo efecto se vislumbra más a largo plazo, al hacer un parate tampoco detectarías que la flacidez o la celulitis que estuvieses tratando apareciese de inmediato. También porque estos pequeños problemas se acompañan de una manera integral, que incluye también alimentación y deporte.

Fuente: Cosmopolitan