miércoles, noviembre 6

El árbol genealógico humano: encontraron fósiles que serían de un linaje hasta ahora desconocido

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Un equipo internacional de investigadores identificó y describió un cráneo con características que se diferencian de cualquier otro homínido. Los detalles del hallazgo

El rostro del homínido tiene una estructura similar a la del linaje humano moderno, que se separó del Homo erectus hace 750.000 años (Journal of Human Evolution)

El rostro del homínido tiene una estructura similar a la del linaje humano moderno, que se separó del Homo erectus hace 750.000 años (Journal of Human Evolution)

Durante las últimas décadas, se han encontrado abundantes fósiles de homínidos del Pleistoceno medio tardío en Asia. Ahora, un nuevo hallazgo abre la puerta a más investigaciones sobre lo que podría ser un nuevo linaje humano. Los nuevos fósiles fueron encontrados en un sitio en Hualongdong, en el este de China. Los restos humanos se sometieron a una evaluación morfológica y geométrica, centrándose inicialmente en la mandíbula, que presentaba características únicas: un borde inferior triangular y una curvatura única.

El equipo de investigación sugirió que las características únicas de la mandíbula se parecen tanto a las de los humanos modernos como a las de los homínidos del Pleistoceno tardío. Pero también encontraron que no tenía mentón, lo que sugiere que estaba más estrechamente relacionado con especies más antiguas. Encontraron otras características que se asemejan a los homínidos del Pleistoceno Medio, que, cuando se tomaron en conjunto, sugirieron que el individuo se parecía más a una especie de Homo erectus. Y eso, concluyen, sugiere un híbrido de humano moderno y homínido antiguo.

El equipo de paleontólogos de la Academia de Ciencias de China, en colaboración con colegas de la Universidad Xi’an Jiaotong, la Universidad de York del Reino Unido, la Universidad de la Academia de Ciencias de China y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de España, señalaron que estos hallazgos podrían convertirse en evidencia de un nuevo linaje de ser humano previamente desconocido.

En su estudio, publicado en Journal of Human Evolution, el grupo analizó la mandíbula fosilizada, el cráneo parcial y algunos huesos de la pierna de un homínido que data de hace 300.000 años.

La reconstrucción virtual de los fósiles encontrados que pertenecería a un menor de unos 12 ó 13 años (Journal of Human Evolution)

La reconstrucción virtual de los fósiles encontrados que pertenecería a un menor de unos 12 ó 13 años (Journal of Human Evolution)

Este hallazgo no se parece ni al linaje que se dividió para formar los neandertales, ni a los denisovanos, ni a los humanos actuales, lo que sugiere que la versión presente del árbol genealógico humano necesitaría otra rama. Los huesos de la mandíbula, el cráneo y las piernas pertenecientes a este humano aún por clasificar, etiquetado como HLD 6, se descubrieron en Hualongdong, en el este de Asia, en 2019.

En los años transcurridos desde entonces, los expertos de la Academia de Ciencias de China (CAS, por sus siglas en inglés) han intentado para hacer coincidir los restos con un linaje conocido.

El rostro del homínido tiene una estructura similar a la del linaje humano moderno, que se separó del Homo erectus hace 750.000 años. Pero la falta de mentón del individuo se parece más a la de un denisovano, una especie extinta de humanos antiguos en Asia que se separó de los neandertales hace más de 400.000 años.

Trabajando junto con investigadores de la Universidad Xi’an Jiaotong de China, la Universidad de York del Reino Unido y el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de España, los investigadores de CAS creen que han descubierto un linaje completamente nuevo: un híbrido entre la rama que dio origen a los humanos modernos y la de otros homínidos antiguos en la región, como los denisovanos.

¿Un linaje nuevo?

Históricamente, muchos fósiles de homínidos del Pleistoceno que se han encontrado en China no “encajan” fácilmente en ningún linaje descripto anteriormente. Como resultado, esos fósiles se interpretan a menudo como variaciones intermedias en un camino recto hacia la humanidad moderna; como un ejemplo arcaico de un Homo sapiens, por ejemplo, o una forma avanzada de Homo erectus.

Una ilustración del Pleistoceno medio en el sudeste asiático En primer plano, se representan Homo erectus, stegodon, hienas y rinocerontes asiáticos (Europa Press)

Una ilustración del Pleistoceno medio en el sudeste asiático En primer plano, se representan Homo erectus, stegodon, hienas y rinocerontes asiáticos (Europa Press)

Pero esta interpretación es controvertida y no ampliamente aceptada. Si bien el Homo erectus persistió en Indonesia hasta hace aproximadamente 100.000 años, los restos que se encontraron recientemente en el este de China tienen un mayor parecido con otros linajes de homínidos más modernos. Anteriormente, los estudios del genoma de los restos de neandertales en Europa y Asia occidental han encontrado evidencia de un cuarto linaje de homínidos que viven en el Pleistoceno medio y tardío. Pero este grupo desaparecido nunca ha sido identificado oficialmente en el registro fósil.

Es probable que los restos humanos encontrados recientemente en China se constituyan en una pieza faltante del rompecabezas. Se estima que la mandíbula y el cráneo fosilizados pertenecen a un niño de 12 o 13 años, y aunque su rostro tiene características similares a las de un humano moderno, las extremidades, el casquete y la mandíbula “parecen reflejar rasgos más primitivos”, dijeron los investigadores en el estudio.

El mosaico de características físicas encontradas en este antiguo homínido apoya la coexistencia de tres linajes en Asia: el de H. erectus, el de Denisovan y este otro linaje que es “filogenéticamente cercano” a nosotros.

El Homo sapiens solo apareció en China hace unos 120.000 años, pero parece que algunas de las características “modernas” existieron en Asia mucho antes. Puede ser que el último ancestro común de H. sapiens y neandertales surgiera en el suroeste de Asia y luego se extendiera a todos los continentes. Esa teoría ahora deberá confirmarse con más investigación arqueológica.

El equipo de investigadores del presente hallazgo estuvo integrado por Xiujie Wu a, Shuwen Pei, Yanjun Cai, Haowen Tong, Ziliang Zhang, Yi Yan a d, Song Xing, María Martinón-Torres, José María Bermúdez de Castro y Wu Liu.