miércoles, septiembre 18

El consumo cayó dos dígitos en agosto y crecen los descuentos para sostener las ventas

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Las ofertas y las promociones afloran en todos los comercios para aumentar los volúmenes y deshacerse de stock. ¿Cuál es la expectativa a fin de año?

Pese a que el Gobierno sostiene que tiene controlada a la inflación en torno al 4%, el consumo sigue en retroceso. De acuerdo a la consultora Focus Market, el consumo masivo bajó un 13,7% en agosto con relación al mismo mes de 2023, mientras que tuvo una merma del 4,6% respecto de julio. A su vez, señala que la cantidad de tickets cayó 3,2 % frente al mes anterior y 10,3% frente a 2023. Las unidades por ticket tuvieron un retroceso de 7,3% interanual, aunque tuvieron un leve avance en la comparación mensual.

El análisis sostuvo que, en el área metropolitana, la tendencia arrojó un retroceso del 11,5 % interanual y de 4,9% respecto de julio. Por su parte, en el interior del país, en forma interanual, el consumo masivo bajó 14,6 % y 4,5 % de manera mensual. Informate más

«Los tickets promedio mantienen comportamientos disimiles por formatos. En el canal minorista se disputan la atracción del bolsillo del consumidor con diferentes incentivos para atraer a la demanda. Ofertas, Promociones y descuentos se convierten en una regla básica para sostener volúmenes. Donde más stock hay más intensa y frecuente es la promoción. Los consumos con tarjeta de crédito se incrementan en forma interanual y cae lentamente en forma desestacionalizada», señaló Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

Para Di Pace, “el consumo masivo continúa resentido aún. La perspectivas para último tramo del año es que los volúmenes de venta interanual no puedan superarse”.

Para Di Pace el consumo seguirá resentido durane todo el año

Para Di Pace el consumo seguirá resentido durane todo el año

Asado, taxis y golosinas: los recortes que hicieron los argentinos por la crisis

La dificultad de llegar a fin de mes, en una carrera entre precios y salarios en la que estos últimos vienen relegados pese a los intentos de ajustarlos en línea con la inflación en lo que va del segundo semestre, los argentinos tuvieron que recudir varios de sus consumos tradicionales y los datos revelan que el asado, las golosinas y los servicios de transporte público fueron algunos de los consumos que más recortaron.

La información surge de un relevamiento habitual de Moiguer Consultora, y más precisamente su informe Mood Social realizado en base a un estudio cuantitativo de población general total argentina 16 a 75 años, sobre 1.300 casos mensuales, y llevado adelante durante los meses de julio y agosto 2024.

El estudio encontró que la caída del poder adquisitivo marca la agenda de las familias y, en base a ello, los encuestados admitieron haber tenido que hacer cambios de relevancia a sus consumos.

El relevamiento concluyó que el 52% de los encuestados considera que la capacidad de consumo de sus hogares es peor o mucho peor que un año atrás.

Los precios de la carne bajaron por la fuerte retracción del consumo en lo que va del año

Los precios de la carne bajaron por la fuerte retracción del consumo en lo que va del año Mariano Fuchila

El 69%, mientras tanto, aseguró que los ingresos de su hogar se mueven por debajo del ritmo de avance de la inflación y el 52% dijo tener deudas. Dato importante: la proporción de endeudados creció en 10 puntos porcentuales en comparación con un relevamiento similar realizado un año antes.

Según detectó el trabajo de la consultora especializada en marketing, llegar a fin de mes es el desafío y, en esa línea, el 55% de los encuestados dijo que debió utilizar ahorros para pagar gastos del presupuesto cotidiano. En tanto, el 23% dijo que este mes empezó a usar ahorros para cerrar las cuentas, mientras que el 28% lo viene haciendo hace varios meses.

Consultados por qué disminuyeron las compras, el 76% de los participantes del relevamiento contestó que era porque no llegaban a fin de mes, el 35% porque se achicaron los ingresos de su hogar y el 29% dijo que lo hizo para controlar el presupuesto, entre otras respuestas.

A partir de ese punto, el estudio trata de poner el foco en qué gastos están relegando las familias a la hora de tratar de reducir los costos y así estirar la duración de los ingresos.

Y allí, la reducción de los tradicionales asados aparece como uno de los recortes más dolorosos. De los que decidieron recortar el ritual del asado, el 43% redujo la frecuencia y el 37% directamente decidió no gastar más en esos encuentros.