martes, septiembre 17

El escalofriante peritaje psicológico a la joven que denunció por abuso a Fernando Espinoza

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Melody Rakauskas dio detalles del suceso y complica más al intendente

En la causa que investiga un presunto abuso sexual cometido por el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, la denunciante, Melody Rakauskas, dio escalofriantes detalles a la Justicia en la pericia psicológica a la que se sometió: “Cada vez estoy peor, en vez de olvidarlo, cada vez me siento peor porque no hay justicia, hasta que no haya justicia uno no descansa en paz”

La mujer relató en la pericia, a la que tuvo acceso Realpolitik, que las actitudes extrañas comenzaron desde el momento en que ingresó a la municipalidad como secretaria privada: “Desde el principio no me gustó nada que desvió toda su mirada hacia mis pechos. Yo me había ido toda cubierta, tengo la foto: fui con una blusa, un blazer, pantalón flojo, palazzo. Fui toda muy discreta y aun así no voy a olvidar cuando estaba hablando y él estaba mirándome fijo el busto”.

En este sentido, inmediatamente se autoinvitó a la casa de la denunciante: “Iban unas horas que recién había entrado a trabajar y ya él se autoinvitó a mi casa, me dijo: ‘Paso por tu casa esta noche’. No me dio a elegir, no me preguntó: ‘¿Podemos reunirnos?’ (…). ‘¿Qué querés que llevé: champagne, vino? ¿Qué tomás?”.

Rakauskas y Espinoza se juntaron tres veces en la casa de la denunciante, siendo en el último encuentro en el que ocurrió el abuso. La mujer relató que el intendente llegó a su casa con un vino tinto: “El vino que me dio, que tomé y me sentí como relajada (…). Adormecida me sentí, como que todo fluía para mí (…). Después sospeché que algo me pusieron en el vino. Lo más probable, porque es muy raro sentirme así con media copa de vino”.

Tras cenar, Espinoza se habría recostado en el sillón y le habría pedido que le haga masajes porque padecía dolores cervicales pese a la reticencia de la mujer: “No tengas miedo, dale”, le decía mientras se desabotonaba la camisa.

Luego de que la ex modelo se negara, cuenta lo que vivió como una escena de horror: “Me agarró de la mano y me dice ‘tranquila’ (…). Me llevó al cuarto, hubo un forcejeo. Yo le decía que no me toque y él me decía ‘tranquila’”. “Hubo como una pelea donde yo lo empujé o él me empujó, no me acuerdo. La cuestión es que en un segundo yo tenía su cuerpo encima mío”, recordó.

Y agregó sobre la escena de abuso: “Yo recuerdo que lo arañé, había pelos por todos lados (…). Él estaba sin pantalones, no puedo recordar si estaba o no con bóxer, pero me decía: ‘Vení, tócame un poco’. Me agarraba la mano y me la ponía sobre su miembro: ‘Tócame un poco, dame un beso, besame ahí abajo’. Quería que le haga sexo oral”.

Por último mencionó a su ex pareja Gustavo Cilia como co responsable de que el abuso se concretase: “Gustavo me entregó, me infiltró ahí, algo hizo que yo desconocía al principio. Después con algunos hechos me dio a entender que había arreglos, arreglos que son maquiavélicos, cínicos, solamente un enfermo mental podría hacer algo así como entregar una chica para que jugaran o abusaran de ella”.