Mauricio Claver Carone recordó de forma negativa su relación con Alberto Fernández, cuyo único objetivo era “Cómo conseguirle empleo a Gustavo Beliz”

A un mes de dejar su cargo como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Mauricio Claver Carone se refirió en duros términos a la relación con el Gobierno argentino y con el presidente, Alberto Fernández, a quien acusó de no enfocarse en mejorar la situación económica del país, sino en satisfacer cuestiones personales.

“En los años en que trabajé con Alberto Fernández, nunca tuve una conversación con él para ver cómo crear empleo en el país, siempre fue cómo conseguirle empleo a (Gustavo) Beliz… ¿Y si ponemos ese mismo empeño en crear empleo para los millones de argentinos?”, sostuvo el exfuncionario en Radio Mitre.

Claver Carone siempre fue apuntado por Casa Rosada ya que fue designado en el cargo por el Gobierno de Estados Unidos (con el apoyo de la mayoría de los países miembros) en detrimento de la candidatura de Beliz, impulsada por la cancillería argentina.

“A mí se me califica como ideologizado, que apoya el libre mercado, como si fuera de derecha. Yo sí trabajé con [el expresidente de Estados Unidos] Donald Trump, pero creo en la honestidad ideológica y respeto a la gente de izquierda y entiendo cómo piensa la gente de izquierda como Cristina Kirchner. Pero no entiendo a Alberto Fernández y a ese grupo porque son deshonestos”, arremetió.

Mauricio Claver-Carone durante la asunción de Alberto Fernández

Claver Carone también relató una situación que reveló como la política económica de Argentina está signada por la ideología del Gobierno:

“Cuando salí elegido, quise nombrar a un argentino apolítico, una persona de finanzas muy capaz, en una posición importante. Pero ellos seguían empeñados con Beliz. Yo le dije a Fernández que nombraría a un argentino muy capaz que es apolítico y Alberto Fernández me dijo: ‘No voy a votar a nadie que no sea de los míos´. Eso no lo entendí. Me chocó mucho”, aseguró.

Por último, se lamentó que Argentina no haya presentado ningún plan económico y responsabilizó duramente a la gestión actual:

“Es mi deber apoyar a la Argentina si viene con un plan, aunque sea incoherente. Y yo respondí como debería ser. Pero no se puede [apoyar] si en dos años se la pasan jugando juegos políticos, trabajando para los tres amigos de la pandilla de Alberto Fernández y no para los millones de argentinos”, aseveró.