domingo, mayo 5

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.
“¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?”
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”.
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 13, 54-58:

💫Mi Padre trabaja.

1) El trabajo dignifica:

En el trabajo uno descubre cuánto puede aportar a la sociedad y a su vida. El trabajo permite que uno se mantenga de pie en la vida y enfrente con sus propias herramientas la vida. El cansancio que produce el trabajo significa esfuerzo y esmero. Es luchar por un sueño. Pienso en cuántos enfrentaron tantas cosas para tener su casita, su terreno, su auto, para poder estabilizar a su familia. Es lograr las cosas con esfuerzo y sacrificio, pero sabiendo que luego se goza de ver cuánta cosecha se logró.

2) El trabajo santifica:

El cristiano le pone una visión sobrenatural y puede ver al trabajo como ese lugar de encuentro con Dios. El trabajo es tu misa, en donde entregas al Padre Dios todo lo realizado. Es sacrificio en sentido de sacri-facere «hacer algo sagrado».

3) El trabajo anima:

Porque es esa píldora que ayuda a que sigas día a día por tu sueño y por el sustento de quien amas. Qué hermoso ejemplo el de San José, quien ante la situación repentina que le toca vivir, la asume con total responsabilidad y visión sobrenatural. Se pone al hombro esta situación y la enfrenta. Hoy pidamos a San José por aquellos laburantes que luchan día a día por mantener a su familia, por mantener a su provincia y por mantener a su país. Por esos laburantes que salen temprano de sus casas para traer un pedazo de pan a sus mesas. Esos laburantes que tienen que estar sentados en una oficina por horas. También pienso en esos laburantes que salen a golpear puerta a puerta para vender un producto que le deja solo centavos para ellos. Esos laburantes que tienen que salir día a día. Cuántos laburantes sufren en su laburo. Ánimo, porque ahí también se pueden encontrar con Cristo, porque Cristo los bendice y los anima. Fuerza y a seguir. Algo bueno está por venir.