lunes, octubre 7

EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 13, 1-23

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».
Se le acercaron los discípulos y le preguntaron:
«Por qué les hablas en parábolas?».
Él les contestó:
«A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no.
Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumple en ellos la profecía de Isaías:
“Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver;
porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos;
para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón,
ni convertirse para que yo los cure”.
Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.
Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador:
si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril.
Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 13, 1-23:

💫La siembra de Dios.

1) El proceso del sembrado:

Tu vida es un proceso para llegar a ese deseo de Dios en tu vida, que es la semilla de la felicidad, del vivir, de lo que deseas con toda tu alma para seguir viviendo. En esta vida Dios te da las herramientas y los elementos, pero depende de vos si realmente logras o no las cosas. Hoy mira tu corazón y mira tu alrededor y pedí a Jesús enfrentarte y mirarte. No ahogues tu felicidad, no tires abajo tus ganas de vivir poniéndote espinas de dolor y que muchas de esas espinas son del pasado, pero seguís trayéndolas, porque parece que te gusta traer ese dolor pasado nuevamente al presente. Es como que no te permitís ser y hacer feliz. Métete en vos, en lo más profundo, y descubrí lo que sos capaz de ser y de hacer con esa semilla que Dios puso en tu vida, que es un don que seguro tenés.

2) No postergues la cosecha:

Una enfermedad de estos tiempos muy presente es “la procrastinación”. Es ese síntoma de postergar todo y no asumir incluso tus responsabilidades, y no por falta de tiempo. Solo lo postergas. Postergas responder mensajes, postergas ir a hacer gimnasia, postergas llamar a tu mamá para más tarde y después te olvidas, hasta postergas el tema de la salud (por ejemplo, hace un mes que no vas al dentista). Tenés el tiempo para hacerlo, pero elegís el no hacerlo. Siempre un síntoma trae consigo un dolor, porque hasta incluso es algo que ya no podés manejar. Es algo que no podés evitar y se sigue repitiendo. Es aquí donde primero tenés que asumir que esto te está pasando y saber elegir el momento de las cosas y las prioridades para cada cosa. Es recordar que estás postergando tu deseo, tus ganas y hasta incluso lo que le da sentido a tu vida, por eso es importante trabajarlo, porque estás poniendo tiempo entre lo que vos querés y lo que vos sos. El punto aquí, que el eje de postergar las cosas y el no hacerlo en su momento, es por el riesgo a enfrentar las cosas. Es así como hoy Jesús te enseña a que la vida es riesgo y que tenés que enfrentarla para decirte a vos mismo que asumís el costo de lo que deseas, y es saber que tenés que tirar la semilla de tu felicidad, como lo hace Dios con nosotros. Algunas salen y otras no, pero no dejes de intentar, no dejes para después, no esperes que otros te lo hagan, asumí vos y enpezá a hacer por vos las cosas y si te equivocas te equivocas y punto, pero si lo logras no sabes la felicidad eterna que habrá en ti.

3) No se puede todo:

Cayeron muchas semillas, pero no todas dieron fruto. En la vida pasa igual, no podés hacer todo y no podés obtenerlo todo.  La misma vida te obliga a priorizar, a tomar decisiones y a elegir. Es cada tierra la que elige y sos vos el que toma las decisiones y elige. Pero cuando vos elegís algo, hay cosas que quedan afuera. Hay veces que te toca elegir la semilla de tu vida o elegir las espinas que ya estaban. Podés elegir entre las palomas que se meten en tu vida o apostar por lo que hay en tu interior. Pero vos tenés que elegir. La otra vez vinieron unos amigos mendocinos y fuimos a almorzar. ¡Pobre! Había un solo mozo para todos, para un montón de gente. Quería atender a todos y llevar todos los platos. La realidad es que colapsó todo y todos terminaron enojados, sumado a que hubo copas que se rompieron y platos que se estropearon. Por atender a todos no sirvió bien a nadie; que no te pase lo mismo.
No todo se puede y todo tiene un precio en la vida. A veces el precio que le dedicas a esto lo tenés que sacar de otro lado. La semilla entra en distintos terrenos, porque cada uno tiene su ritmo, su elección y su deseo. Pero todo tiene un costo, incluso también exige una soledad; porque cuando elegís crecer en algo implica también dedicarte, y cuando te dedicas a algo que te mueve, puede que tengas que renunciar a alguien que te requiere. Pero el punto eje de tu mirada siempre debe ser el fruto que querés para tu vida y tu modo de vivir. Algo bueno está por venir.