LA VIRGEN DOLOROSA

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LA VIRGEN DOLOROSA🌹

La Virgen de Dolores, de Los Dolores o la Dolorosa es una advocación de la Virgen María que trajeron los españoles a comienzos del siglo XVII. También se le conoce como Virgen de Soledad. “Tradicionalmente la llamamos Dolorosa a la que va camino al Calvario y Soledad a partir de la muerte de Jesús hasta el Sábado Santo”.
En la mayoría de cortejos emplean la misma imagen —a la Dolorosa la  visten de rojo y azul y a la Soledad de negro con   detalles blancos—, pero  la diferencia rígida  estriba en que la primera se identifica con  las manos abiertas, mientras que  la segunda con las  manos juntas. “Son dos momentos de la Pasión de Cristo, aunque en la Colonia no se hacía diferencia”.
La Iglesia Católica reconoce con el nombre de Virgen de Dolores a la representación de una mujer triste con una o siete dagas en el  pecho. Algunas veces de pie, otras sentada o de rodillas, y se acostumbra añadirle elementos alusivos que cuentan de manera gráfica los motivos de su dolor y llanto.
Los atributos iconográficos de la Virgen de Dolores, aparte de las manos, es que va llorando, lleva un resplandor con los siete dolores —estrellas—  y una daga que representa la profecía de que uno de estos objetos le atravesaría el corazón, la de Soledad lleva tres clavos y la corona de espinas.
También se le conoce como Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad o  Virgen de las Angustias y se le conmemora el Viernes  de Dolores y el 15 de septiembre.

La carta a los Hebreos dice: «Un descanso, el del séptimo día, queda para el pueblo de Dios» (Heb 4,9). La fe en Cristo nos da acceso a ello. Que nuestro verdadero descanso, nuestra paz profunda, no la de un solo día, sino para toda la vida, sea una total esperanza en la infinita misericordia de Dios, según la invitación del Salmo 16: «Mi carne descansará en la esperanza, pues tu no entregarás mi alma al abismo». Que con un corazón nuevo nos preparemos para celebrar en la alegría las bodas del Cordero y nos dejemos desposar plenamente por el amor de Dios manifestado en Cristo. Hoy, a la Virgen de Soledad, en el silencio de éste Sábado Santo, le pedimos esa gracia.