viernes, abril 26

LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO

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LOS CINCO MINUTOS DEL ESPÍRITU SANTO🌾
26 de Julio
Nosotros queremos que este mundo cambie. Pero al mismo tiempo, sabemos que el camino nunca brinda la perfección de la meta. Por eso, podemos aceptar serenamente que esta vida no termine de darnos todo, y nos hacemos capaces de disfrutar de los pequeños logros aunque no estén acabados por completo. Así lo vive especialmente el pobre, que de este modo se libera del más terrible peso: la autoexigencia angustiante de lograr en esta tierra el ideal imposible de una felicidad perfecta, o de una época insuperable.

Por la esperanza, la iglesia se considera «la verdadera juventud del mundo», ya que «posee lo que hace la fuerza y el encanto de la juventud: la facultad de alegrarse con lo que comienza, de darse gratuitamente, de renovarse, de partir de nuevo hacia nuevas conquistas» (Mensaje a los jóvenes del Vaticano II).

El Espíritu Santo nos impulsa, pero hace que nosotros caminemos hacia un futuro mejor; no nos arrastra como muñecos, sino que nos motiva a tomar decisiones, a usar los propios talentos, a organizarnos, a trabajar juntos por un futuro mejor, a buscar la justicia y la solidaridad. Pero sabiendo que la perfección sólo estará en el cielo, donde estarán todas las cosas buenas que hayamos logrado, y mucho más que eso. Por eso, el Espíritu Santo siempre suscita la esperanza en la vida eterna, nos recuerda que no estamos hechos sólo para esta tierra.

🌾 PILDORAS DE FE🌾

Te invito a dejar a un lado la duda y la incredulidad; quiero invitarte a comenzar a creer verdaderamente en Dios, a saber que toda ayuda te viene de Él. ¡DIOS ES TU AUXILIO FIEL! Él pondrá en tu corazón el deseo de salir de eso que pensabas que era un callejón sin salida. Dios quiere llenarlo todo en tu vida, todo el espacio y todo el tiempo, porque Dios quiere llenarte el corazón de alegría. Permite que Él pueda obrar en ti a su manera. Di ahora con mucha fe: “Dame, Señor, la fe, la esperanza y la caridad para vivir el estilo de vida que me propones. Me siento feliz, porque sé que me quieres y me escuchas. Me siento feliz, Señor, porque eres mi amigo y me acompañas hasta en mis malas decisiones”