Reservas: ¿quiénes son los dueños de los argendólares?

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BCRA Banco Central
Ignacio Petunchi

Si hay un dato que desvela al Gobierno y al mercado es el stock de las reservas netas del Banco Central (BCRA), que hoy según las estimaciones privadas ya descendió a niveles negativos. Por eso es relevante el comportamiento de los depósitos privados en dólares (argendólares) cuyos encajes integran el stock de las reservas brutas del BCRA. Pero no solo porque están contabilizados como reservas sino porque los tenedores de argendólares suelen definir cierto clima en el mercado dado su accionar. Hoy en día, el último dato del BCRA da cuenta de que los argendólares arañan los 15.369 millones de dólares. La situación lleva a plantear a los analistas si hay riesgo de una corrida. El sentido común respondería afirmativamente. Sin embargo, la historia reciente parece mostrar otro panorama. Para intentar esbozar alguna respuesta primero hay que separar la paja de trigo y ver quiénes son los titulares de los argendólares.

Los datos del BCRA al inicio del segundo trimestre del año muestran que, del total de depósitos privados en dólares en bancos locales, aproximadamente un 65% está en manos de personas físicas. Dicho stock está compuesto por más de 14 millones de cuentas bancarias en dólares (cajas de ahorro y plazos fijos). Pero solo medio millón de estas cuentas tienen un saldo promedio mayor a los 3.000 dólares. El restante 35%, lo tienen personas jurídicas: las aseguradoras y los fondos comunes tienen un 5%, las pymes casi 9% y el resto Otras personas jurídicas. Del stock total más de la mitad de las colocaciones son menores a 100.000 dólares, entre 100.000 y hasta 1 millón de dólares son el 21% y un 28% son mayores a 1 millón de dólares. Esta es, más o menos, la fotografía de los argendólares que tiene el sistema local según el tipo de cliente y de acuerdo a los montos promedios de los saldos en cuenta.

Si hay un rasgo que entonces caracteriza este segmento del mercado financiero es su atomización ya que más del 60% del stock que está en manos de individuos, son cuentas con saldos promedio menores a los 50.000 dólares. Este grupo representa casi 6.500 millones de dólares. Pero hay cerca de 470.000 cuentas que tiene saldos promedio de entre 3.000 y 50.000 dólares. Las estadísticas oficiales dan cuenta que unas 700 cuentas de personas físicas con saldos promedio de más de medio millón de dólares. Por otro lado, está el segmento corporativo que representa más de 5.000 millones de dólares, pero aproximadamente el 65% de estas colocaciones está concentrado en manos de unas 700 sociedades jurídicas.

Al observar los eventos críticos en las últimas dos décadas, uno con la implementación del cepo en 2011 y el otro en 2019 con el resultado de las PASO, las caídas más abruptas o significativas se ven por el lado de los minoristas en el mandato de Cristina Kirchner mientras que en la de Mauricio Macri la salida de argendólares tuvo fue muy similar tanto en minoristas como corporativos. La corrida de fines de 2011 y principios de 2012, de la mano del nacimiento del cepo cambiario y la de agosto de 2019 tras las Primarias, mostraron una caída de los argendólares de casi la mitad del stock existente a lo largo de unos pocos meses. En la última salida fuerte, la de 2019, tanto los minoristas como los mayoristas retiraron casi la mitad de sus depósitos al cabo de los 10 meses siguientes. En cambio, en la de 2011, los minoristas redujeron a la mitad sus argendólares al cabo de 10 meses mientras que los corporativos sacaron un 30% de sus argendólares en el mismo período. También es para destacar que en la de 2011 en un mes los minoristas sacaron el 20% de sus colocaciones mientras que en 2019 en dos meses se llevaron más del 35%. Vale recordar que, en la peor jornada de la corrida de 2019, se fueron más de 1.000 millones de dólares. Hoy eso sería equivalente al 6,5% del stock total. Quizás lo más importante es que, pese a todo lo acontecido, el sistema de argendólares siguió en pie y hoy ostenta todavía más de 15.000 millones de dólares lo que habla de la estabilidad del mismo y de los ahorristas. Si bien gran parte de los minoristas utilizan estos depósitos como un sustituto de una caja de seguridad, la liquidez y solvencia del sistema ya fue puesta a prueba y respondió.