Habitan el planeta hace 350 millones de años, se dice que es imposible desterrarlas y que van a sobrevivir a la humanidad. Pero hay formas de que se vayan de la casa.

Las cucarachas chiquitas eligen las cocinas de las casas porque arman sus nidos en los rincones cálidos, oscuros y húmedos, y se alimentan con los restos de comidas, con lo que comen las mascotas y con la basura. Hay que prestarles especial atención: como sus heces y sus vómitos pueden provocar graves enfermedades, es imprescindible exterminarlas.

Las cucarachas pueden sobrevivir aunque no dejemos alimentos a su alcance, ya que no sólo se alimentan de las sobras de nuestros platos favoritos. Quedó comprobado que aunque prefieran las carnes, los dulces, las comidas grasas y las de nuestras mascotas, algunas sobreviven comiendo papel, excremento, colillas de cigarrillo, pedazos de ropa o cortinas, jabón y hasta pegamento seco. Cualquier cosa les viene bien.

Las cucarachas chiquitas, que pueden medir hasta 1,3 centímetros, prefieren vivir en las alacenas de la cocina y el baño, detrás de la heladera o los hornos eléctricos y de microondas, en los interruptores de luz e incluso adentro de las cafeteras.

Solamente salen por las noches para alimentarse y aparearse. ¡Pero no hay que distraerse! Aunque veamos una sola, decenas más podrían estar escondidas en los rincones.

Siempre se dijo que son muy resistentes y difíciles de matar, y es verdad. Las cucarachas pueden vivir hasta nueve días sin cabeza… hasta que se mueren de hambre porque no pudieron comer. Y parece que se reprodujeran de a cientos, y también es verdad. Una hembra puede llevar hasta 48 huevos, de los que nacerán cucarachitas que vivirán entre 14 y 20 meses.

La gravedad de compartir cocina con las cucarachas es que pueden provocar gastroenteritis, neumonía, fiebre tifoidea, conjuntivitis, escherichia coli y salmonelosis, entre otras enfermedades.

Entonces, es imprescindible desterrarlas de la cocina y de toda la casa antes de que formen una colonia y se conviertan en las nuevas dueñas de tu casa.

Cuatro claves para exterminar a las cucarachas

• No dejarles comida. Guardar los alimentos en envases herméticos y sellados. No dejar los platos sucios para lavar al día siguiente, ni en la cocina ni en los dormitorios o el living. Sacar todos los días la basura, para que nunca se acumule.
• Limpieza a fondo. Limpiar con regularidad la heladera, incluso detrás y debajo de ella. Lo mismo con el lavarropas y otros electrodomésticos, como hornos eléctricos y de microondas, y cafeteras. Pasar la aspiradora en las alfombras. Conservar limpias y secas todas las alacenas, porque a las cucarachas les atrae la humedad.

• Reparaciones en el hogar. Sellar grietas y fisuras donde las cucarachas chiquitas pueden esconderse. Sellar puertas y ventanas y hacer todas las reparaciones necesarias para no dejarles hendijas para ingresar al hogar y armar sus nidos.
• Fumigación con productos insecticidas. En los edificios normalmente se hace una fumigación mensual. Para las casas, el mercado ofrece muchísimos productos que sirven tanto para prevenirlas como para eliminarlas. Sobre todo, cebos y geles que contienen sustancias que las atraen. Luego, sus heces y el cadáver contaminarán a las otras cucarachas del nido.

Un cebo casero se puede armar mezclando partes iguales de azúcar (que las atrae) con bicarbonato sódico (que las mata). Luego puede dejarse en el piso o en recipientes, en los sectores donde se las vio.

Si las cucarachas ya formaron una enorme colonia y todos estos métodos no alcanzan, será necesario llamar a un profesional para que se ocupe de exterminarlas de manera definitiva.

Por último, una vez que fueron exterminadas, se deben establecer barreras preventivas para que no vuelvan. Por ejemplo, se puede poner mosquiteros en todas las rejillas. Porque las cucarachas chiquitas son difíciles de exterminar, pero la batalla puede ganarse con estos consejos.