Tras su paso por Mendoza y San Luis podría encabezar recorridas en Córdoba y Santa Fe, dos distritos aún más hostiles para el oficialismo. Dejó atrás su “kirchnerización” y dirige su discurso a los peronistas de centro.

Sergio Massa encara el último tramo de la campaña de cara a las PASO con una estrategia clara: ganar terreno entre los indecisos y los peronistas moderados. El candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) decidió que para esta etapa se mostrará en territorios “hostiles” para el oficialismo y a sus visitas a Mendoza y San Luis se le podrían sumar viajes a dos distritos en los que por estos días la oposición se mueve con mayor comodidad.

El ministro de Economía enfocará su campaña en el centro del país, un lugar históricamente complicado para el peronismo. En el equipo de Massa están convencidos de que tanto el norte como el sur del país acompañarán el proyecto de Unión por la Patria. De hecho explican que la reciente derrota de Juan Pablo Luque en Chubut se debió a que se concentró solo en la agenda provincial y no nacionalizó la campaña. “Mantuvo lejos la imagen de Massa y Cristina Kirchner y perdió”, repiten en las oficinas de calle Mitre.

Para esta última etapa de la campaña, en UxP dicen que la versión “kirchnerizada” de Massa quedará algo relegada: entienden que esa estrategia -que se implementó en las primeras semanas de campaña, con varias apariciones públicas junto a Cristina Kirchner– ya no es necesaria porque “el voto K no necesita fidelización”.

La idea, ahora, es ir en busca de los peronistas moderados y los indecisos. A ambos grupos les habla con una agenda de propuestas y gestión. El tigrense quiere demostrar que el Gobierno logró estabilidad a partir de su desembarco en el Palacio de Hacienda y que “es un candidato previsor, con apoyo del mercado pero también con visión de producción, industria y trabajo”, explican a TN en su entorno.

Massa busca captar a los indecisos, se focaliza en el centro del país y busca quitarle votos a Grabois

Con este diagnóstico, Massa decidió concentrar sus esfuerzos en el centro del país para el tramo final de la campaña. El ministro de Economía pasó el martes por las provincias de Mendoza y San Luis, donde se entrevistó con empresarios y desarrolló “actividades políticas”.

Para elevar aún más la intención de voto del oficialismo en el centro del país, el equipo de campaña no descarta viajar a Córdoba y a Santa Fe como así también otras provincias de la zona. En la primera, Juntos por el Cambio corre con amplia ventaja desde hace años y en la segunda, el oficialismo sufrió una dura derrota en las PASO. En la Casa Rosada aseguran que fue un voto castigo a la gestión del gobernador Omar Perotti.

De acuerdo a los últimos trabajos de encuestas que encargó el equipo de Massa, detectaron que un sector del electorado que todavía no decidió su voto, podría llegar a inclinarse por el tigrense. Para eso, sus colaboradores entienden que debe evitar un tono duro K, como el de las primeras semanas.

En la agenda federal de Massa, que en buena medida es diagramada por Eduardo “Wado” de Pedro, todavía no está confirmado su paso por Chaco. El caso Cecilia Strzyzowski, todavía resuena en la campaña y los colaboradores del ministro no están del todo convencidos de tener una foto con Jorge Capitanich.

Mientras tanto, Massa sabe que no puede descuidar la provincia de Buenos Aires,el gran bastión del PJ. Además de necesitar los votos de la tercera sección electoral, Massa busca disputarle electores al pre candidato a presidente Juan Grabois, su rival de interna, con mucho arrastre en los sectores populares.

El líder de Patria Grande mide unos 6 puntos y Massa está dispuesto a “robarle” al menos 2 para acercarse al 30% en las PASO y asegurarse ser el candidato individual más votado. En el equipo de Grabois dicen que va a superar los 7. El ministro de Economía teme que eso pueda pasar y ese es el motivo por el que su agenda contempla constantes actividades en el territorio bonaerense.

Según pudo saber TN, Antoni Gutiérrez Rubí, el consultor catalán que coordina la campaña junto a Eduardo “Wado” de Pedro, pide “más cercanía con la gente”; mientras que el ministro del Interior insiste en “federalizar”la campaña y que los gobernadores tengan un rol preponderante para llevar a la gente a votar y bajar el ausentismo. En todas las reuniones pasa siempre lo mismo: la palabra final es del propio Sergio Massa.