EVANGELIO DEL DÍA

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EVANGELIO DEL DÍA🌾

Mateo 21,28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: «Hijo, ve hoy a trabajar en la viña.» Él le contestó: «No quiero.» Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: «Voy, señor.» Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»
Contestaron: «El primero.»
Jesús les dijo: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Palabra del Señor
🌾 MEDITACION DEL EVANGELIO🌾

Mt. 21, 28-32:

💫Dios obra siempre.

1) Padre e hijos:

Hoy un maestro no se atreve a entregar a los padres una mala calificación de sus niños sin antes una reunión con sus padres. Hoy los padres van al colegio, montan un escándalo y hasta se atreven a amenazar al maestro delante del alumno. En mi época uno iba con el cuaderno de calificación y tenía el “deficiente”, “necesita mejorar”, “bueno”, muy bueno” y “excelente”. Me acuerdo que cuando iba con una mala nota mi mamá decía “algo habrás hecho” y me ponía castigos. Había como un apoyo tácito al docente de parte de los padres. Hoy cambió mucho. Hasta, si saca alguna mala nota, los papás son capaces de decir “seguro que la maestra te odia”, “la maestra te hace bullying”, y van a la escuela y se arma tremendo escándalo; llegando a que hoy el docente se sienta cansado de su profesión, no tanto por la enseñanza del niño, sino por los conflictos con los padres. Hoy me sorprende la manera en que muchos hijos hoy tratan a sus padres, el modo con el que les hablan, por mucha confianza que le tengan al padre. Recordá que los padres y las madres no son amigos de sus hijos, son padres. Vi a hijos tratar a sus padres como tontos. Si hacemos memoria de nuestra época, recordemos cómo giraba nuestra cabeza como remolino si llegábamos a insultar a nuestros padres. En nuestras casas no se toleraba la falta de respeto. Creo que un hijo, cuando no es corregido en el tiempo, siente un desprecio por los padres. Claro que no siempre es así, pero en la mayoría. Un padre, al no corregir a su hijo, quiere ganarse su amor, pero es lo que pierden. Lo trágico es que un hijo que no fue corregido y no fue marcado en los límites en su vida, seguirá tomando malas decisiones. Quien ama a su hijo desde temprano, lo corrige. Muchas veces un padre que no corrige se cree más sabio que Dios. Corregir es duro pero necesario por eso el ser padre es un don que Dios te da.

2) Dice “no”, pero va:

Es así la vida, porque amar y construir la vida implica renuncia. Aparece la necesidad de saber bien lo que uno desea en la vida y quiere para su vida. Es necesario que también vos hagas respetar en tu vida lo que para vos es importante y el que hagas las cosas por lo que vos ves que es conveniente para vos. A veces tenés que ceder un poco para respetar lo que es importante para el otro y para vos. Esto es en el orden familiar, tanto como afectivo o de pareja. Esto es un trabajo de mucha incomodidad donde vos llegas a decir “esto no lo haría ni loco, pero para ella esto es importante”. Cuando amas vas a tener que controlar, porque hasta vas a enojarte, pero vas a tener que aguantarte muchas cosas hasta que llegue el momento, porque todas esas cosas implican también amar. En el mundo del amor hay muchas incomodidades que deberán pasar. Hay veces que dicen “yo te digo las cosas porque soy sincero”. Hay veces que se confunde esto y no es ser sincero. Hay veces que sos agresivo y hasta desubicado. La sinceridad se puede ejercer de otra manera. En esta vida tenés que trabajar la incomodidad, porque si hay un conocimiento de vos y sabes de los que amas con el tiempo te vas convirtiendo en una mejor persona, porque podés manejar tus emociones, contener tus enojos, esperar los momentos apropiados para ser escuchado. La clave aquí es cambiar de tener un efecto catártico, al decir las cosas con ira y bronca, a buscar el momento con ese otro de tener una conversación constructiva. Hay veces que vemos parejas que delante de todos se dicen de todo. Eso es destructivo y hasta patológico, enfermizo. Otra cosa es estar a solas y decir “lo que hiciste hoy no me gustó” y hablarlo. En fin, construir en la vida es pasar por incomodidades.

3) El que no va:

Hay veces que los que se muestran pulcros e impecables tanto en la vida como en la religión solo son grandes mostradores de máscaras, donde muchas veces hacen pensar que todo lo hacen bien, pero lo que hacen es producto de la hipocresía. Es preferible defraudar con sinceridad a ser aplaudidos por una mentira, porque la mentira tiene patas cortas. Algo bueno está por venir.