domingo, octubre 6

Francia: la izquierda quiere formar gobierno tras el triunfo, pero enfrenta el desafío de sumar aliados

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Intentará llegar al Palacio Matignon, pero no le dan los números. La Asamblea Nacional está virtualmente dividida en tres. La ofensiva de la ultraizquierda.

Los franceses pusieron el guiño para doblar a la derecha, pero terminaron dando un giro sorpresivo hacia la izquierda. El triunfo del Nuevo Frente Popular en las elecciones legislativas del domingo en Francia no solo postergó una vez más a la ultraderechista Agrupación Nacional, sino que puso a una heterogénea coalición de izquierdas como primera fuerza en la nueva Asamblea Nacional.

La tradición democrática le impone al presidente Emmanuel Macron que le dé a la fuerza con mayor cantidad de bancas la posibilidad de formar gobierno. Pero el frente de izquierdas -donde conviven los moderados socialistas, los ecologistas, el Partido Comunista y los radicales de La Francia Insumisa del combativo Jean-Luc Melénchon- carece de los escaños suficientes para asumir el poder.

La alianza lo sabe, pero aun así hará su jugada para intentar dar el zarpazo y atraer agua a su propio molino en caso de que no alcance el número necesario para llegar al Palacio Matignon, residencia oficial del primer ministro. El frente es hoy la primera minoría con 190 de los 577 escaños, delante del oficialista Juntos por la República de Macron con 160 y la extrema derecha de Marine Le Pen y sus aliados con 140.

“El Presidente de la República debe recurrir al Frente Popular para gobernar“, reclamó Mélenchon, un líder radical que reivindica al “chavismo”. Pero primero la alianza deberá pasar por una dura lucha interna para elegir a un candidato entre fuerzas que se identifican como “progresistas”, pero que mantienen fuertes diferencias políticas e ideológicas a la hora de armar un programa de gobierno.

Cuáles son los pasos a seguir

El Nuevo Frente Popular se tomará esta semana para anunciar a su candidato, según anunció el primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure. Desde la radicalizada Francia Insumisa, la dirigente Mathilde Panot dijo que además la coalición propondrá formalmente un gobierno en los próximos días.

La falta de un candidato designado a premier es la prueba más contundente de las divisiones ideológicas de la alianza, formada de apuro para frenar el avance de la ultraderecha tras la convocatoria anticipada a elecciones después del triunfo de la Agrupación Nacional en las legislativas europeas del 9 de junio. La extrema derecha llevaba a Jordan Bardella como estandarte, mientras que el oficialismo presentaba la continuidad del premier Gabriel Attal. Pero la izquierda carecía de candidato.

El líder socialista francés Olivier Faure (Foto: Reuters)
El líder socialista francés Olivier Faure (Foto: Reuters) Por: REUTERS

Ahora solo resta ver cómo esa masa heterogénea conformada por socialdemócratas, socialistas moderados, verdes y ultraizquierdistas se pone de acuerdo en quién comandará un hipotético gobierno. No es lo mismo Melénchon, que defiende la salida del país de la OTAN y es un férreo defensor de la Venezuela de Nicolás Maduro, que el expremier socialista Francois Hollande.

La idea es designar a un candidato “por consenso”. La primera fuerza parlamentaria dentro del frente es La Francia Insumisa, con 71 bancas, delante del Partido Socialista, con 58, los ecologistas con 31 y el Partido Comunista con 9, además de otras formaciones aliadas que conforman la coalición y cuya presencia es minoritaria.

La primera reunión no arrojó resultados. Melénchon reivindica para sí la candidatura, pero su figura es descartada por las demás fuerzas por el fuerte rechazo que genera en sectores políticos moderados por sus posiciones extremas que alejarían la posibilidad de tejer alianzas con otras fuerzas. Por eso se barajan otros nombres como los de propio Olivier Faure, líder del PS; Fabian Roussel, secretario general del Partido Comunista y hasta el expremier socialista Hollande.

“Un buen primer ministro debe apaciguar al país y unir a su propio campo. Por lo tanto, no será Jean-Luc Mélenchon”, dijo la líder de los Verdes, Marine Tondelier, citada por Le Parisien. El contraataque llegó desde el movimiento minoritario de izquierda Ensamble, también parte de la alianza. “Si no es Mélenchon, tampoco puede ser François Hollande”, expresó su dirigente Clémentine Autain a la televisión BFM TV.

Autain se mostró dispuesta a asumir la postulación. Tondelier tampoco sería mal vista como una candidata de consenso.

El próximo paso: tejer alianzas

Pero el nombre elegido solo será el primer paso y el más fácil. Después, el frente deberá salir a buscar aliados en la Asamblea Nacional. De lo contrario, solo estarían en condiciones de conformar un gobierno frágil y en minoría, expuesto al primer voto de censura respaldado por los demás grupos parlamentario. Sería una situación de absoluta debilidad, que los obligaría a buscar consensos para aprobar cualquier iniciativa y siempre bajo una Espada de Damocles sobre su cabeza.

La pregunta ahora es ¿con quiénes se podrá aliar el Nuevo Frente Popular para intentar formar gobierno? No es un interrogante fácil de responder. La mayoría de sus dirigentes se pronunció en campaña en contra de un acuerdo programático con el macronismo u otras fuerzas de derecha como Los Republicanos, que ya avisaron que no integrarán una mayoría “antinatural”, recordó Le Monde. Desde el actual gobierno no se quedaron atrás: ya ha descartado de cuajo negociar con La Francia Insumisa de Melénchon, a quien el presidente acusó de “antisemita”.

Pero la última palabra la tendrá Macron, que incluso tiene la potestad de elegir a otro candidato de izquierda y no el de “consenso” como primer ministro. No queda mucho tiempo: los diputados se reunirán el 18 de julio para intentar formar un nuevo gobierno y nombrar los nuevos cargos de la asamblea.

De última, el presidente podría guardar un as sobre la manga: convencer a los diputados de Los Republicanos (conservadores, que llegaron en cuarto lugar) y a los legisladores de centroizquierda del Nuevo Frente Popular para que lo dejen gobernar, esbozó Le Monde. En ese caso, rompería el frente de izquierda de un solo golpe.