Nota extraída de TN por Carlos Pagni

Un grupo de sindicalistas, contra la mayoría de los gobernadores; ahí está Massa, desesperado por mover los platitos chinos sin que se le caigan.

Estamos en una situación rara, casi 10% de inflación mensual, alrededor de 40% de pobreza y un ministro de Economía en campaña que, con la política económica, decide montar espectáculos de luz y sonido mal planteados o infructuosos. En este momento, tocando el impuesto a las Ganancias, subiendo el mínimo no imponible, de manera que muchos empleados jerárquicos con altos sueldos no tengan que pagar ese impuesto.

Sin embargo, aparece un problema: Massa piensa esta medida como una posibilidad de armar un show en la Cámara de Diputados, lugar que él controla, acusando a todos aquellos que se nieguen a acompañarlo en esta reducción del impuesto. Ahora, le sucede lo que ya le sucedió con la suma fija de los $60.000, se la impuso a aquellos que tienen que poner la plata y no quieren ponerla.

En el caso de la suma fija, ni Alicia Kirchner la pagó, cuando los Kirchner la pedían -Máximo y mamá-. Con esto, pasó algo similar, beneficia a un pequeñísimo grupo de sindicatos, que son los que representan a empleados de alta jerarquía -porque el resto de los empleados no paga impuesto a las Ganancias, ya que está por debajo del mínimo no imponible tradicional-, y genera malestar entre los gobernadores.

El que salió a hablar es Schiaretti, porque dice, “está jugando con la plata nuestra”. El impuesto a las Ganancias es un ingreso de la Nación, pero también de las provincias, porque es coparticipable.

Apareció en Twitter Alfonso Prat Gay diciendo irónicamente, “¿dónde están los gobernadores que se oponían a esta medida en la época de Macri? ¿No ha aparecido ninguno todavía?”, porque aparece la contradicción en el peronismo entre un candidato que necesita salvar su ropa y gobernadores que no quieren financiarlo, y que ya le separaron las elecciones en las provincias.

Un grupo de sindicalistas, contra la mayoría de los gobernadores; ahí está Massa, desesperado por mover los platitos chinos sin que se le caigan.