Hallaron que pacientes estadounidenses que toman medicamentos inmunosupresores no presentan anticuerpos tras ser vacunados contra el coronavirus.

Por razones lógicas de tiempo, no hay ninguna persona en el mundo que haya cumplido el año de haber recibido la vacuna contra el coronavirus, por esta razón las evidencias sobre los efectos están recientemente saliendo a la luz. Este es el caso de los análisis de anticuerpos, que en algunos pacientes no arrojan resultados positivos.

Ante este hecho, los investigadores se plantearon la necesidad de contabilizar la cantidad de pacientes que toman medicamentos inmunosupresores. En mayo, un equipo de la Universidad de Michigan, liderado por la Dra. Beth Wallace, halló que son “más de tres millones” los ciudadanos estadounidenses que reciben el tratamiento.

En total, estiman que llegan a unos 6 millones de personas, lo que preocupa la eficacia de la vacuna

en su sistema inmune. Además, no llegaron a contabilizar en el estudio a aquellos pacientes que son tratados con corticosteroides o que recibieron trasplantes.

Esto preocupa a la población medica, puesto que pueden interferir en la generación de anticuerpos y, por ende, la debida protección de la vacuna. Una de las razones por las que no se supo con antelación su eficacia sobre este grupo de personas, es que no fueron “incluidas” en los ensayos clínicos.

Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, realizaron un estudio en 650 pacientes trasplantados. En este análisis, concluyeron que solo el 46% no presentó antecuerpos tras la inoculación completa de Pfizer y Moderna.

Por este tipo de hallazgos médicos, expertos de Estados Unidos recomendaron que los pacientes con enfermedades de base, no dejaran de usar barbijos.

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