Salarios: el Gobierno le teme al efecto contagio en los conflictos gremiales

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El carácter confrontativo del SUTNA se perfila como uno de los escenarios a evitar de cara a la reapertura de paritarias. De la advertencia de Pablo Moyano a los gestos de Sergio Massa, las pautas que vigilan desde la Casa Rosada.

La amenaza de Pablo Moyano repercutió con fuerza en los empresarios del transporte pero mucho más en la Casa Rosada. Fue a pocas horas de la cena que le ofreció el presidente Alberto Fernández en la residencia de Olivos.

El hijo de Hugo pronosticó que “el paro de los neumáticos va a ser un poroto” si el sector patronal no acuerda un aumento salarial superior al 100 por ciento, tal como ocurrió en el gremio de los neumáticos que, comandado por el Partido Obrero (PO), realizó un paro por tiempo indeterminado que afectó a varias industrias de la Argentina.

Moyano fue a Olivos luego de haber amenazado con renunciar a la CGT porque fue marginado de otra cena. La del Presidente con la cúpula de la central obrera.

Como está el país, Alberto Fernández no quiere abrir una vía de conflicto con los Moyano, Hugo y Pablo. Y, aunque duda, espera que la reapertura de las paritarias en camioneros transcurra sin mayores contratiempos.

Lo cierto es que los gremios entraron en una carrera por ver quien le puede ganar a la inflación en esas negociaciones.

Pablo Moyano: "Con esta inflación no se puede continuar". (Foto: Archivo TN)
Pablo Moyano: «Con esta inflación no se puede continuar». (Foto: Archivo TN)

En este sentido, la Asociación Bancaria que lidera Sergio Palazzo sigue marcando camino con elaumento anual del 94,1 % que consiguió para todo el 2022.

El problema se plantea ahora para todos aquellos sindicatos que superaron o se quedaron cerca del 60 por ciento. O aquellos otros que apenas redondearon el 50 %.

Si bien el conflicto del neumático tuvo un componente político importante por la identificación de la conducción del SUTNA (Alejandro Crespo) con el PO, la utilización del paro extendido en el tiempo puede ser una modalidad que adopten otros gremios, en este caso, identificados con el peronismo/kirchnerismo.

Eso es a lo que le temen, no solo el gobierno, sino en la conducción de la CGT. El famoso efecto contagio. Sobre todo, con una inflación que no puede frenar su inercia.

El ministro de Economía, Sergio Massa, tuvo que aceptar una ayuda para los empleados estatales con el fin de evitar un conflicto. Por eso se les dará un bono de 30 mil pesos antes de fin de año, unos 11 trabajadores pasarán a planta permanente y se adelantarán los aumentos previstos para enero y marzo de 2023.

Massa está viendo cómo empieza a repartirse ante sus ojos el dólar soja. Por ejemplo, para contentar a Cristina Kirchner, se reforzará la ayuda social y habrá un bono para los sectores más postergados de la sociedad. Aquellos inmersos en la pobreza y la indigencia.

NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES, 
SEPTIEMBRE 26:El Ministerio de 
Trabajo aguarda con expectativa 
una nueva audiencia que convocó 
para esta jornada al Sindicato 
Unido de Trabajadores del 
Neumático de la Argentina 
(SUTNA) y las empresas del 
sector.FOTO NA:DANIEL VIDES
NOTICIAS ARGENTINAS BAIRES, SEPTIEMBRE 26:El Ministerio de Trabajo aguarda con expectativa una nueva audiencia que convocó para esta jornada al Sindicato Unido de Trabajadores del Neumático de la Argentina (SUTNA) y las empresas del sector.FOTO NA:DANIEL VIDES

Mientras tanto, la CGT resiste un aumento por suma fija como pretende la Vicepresidenta para todos los trabajadores.

Los gremios que componen la central obrera ya le hicieron saber al Presidente que ellos priorizan la reapertura de paritarias, porque advierten que una suma fija terminará perjudicando a la mayoría de las escalas salariales.

Octubre y noviembre serán dos meses fundamentales para la recomposición de los salarios de este año. Todos los actores lo saben. Todos están inmersos en una dura lucha contra la inflación. Prefieren perder por puntos y no por knock out.