La entidad financiera difundió un comunicado en donde anticipa un mayor ajuste fiscal y una nueva devaluación, como parte de las medidas acordadas con el equipo económico.

Tras una tensa negociación que derivó en la suba impositiva y una devaluación del 25% de la moneda nacional por parte del ministro de Encomia, Sergio Massa, el Fondo Monetario Internacional (FMI), confirmó que llegó a un acuerdo con el Gobierno.

La entidad que preside Kristalina Georgieva, formalizó a través de un comunicado el nuevo acuerdo técnico con la Argentina para mantener a flote el programa económico hasta el próximo cambio de gobierno.

De esta manera la institución le da un poco de oxígeno a la ajetreada gestión de Alberto Fernández, con el desembolso de unos 7.500 millones de dólares, que serán girados hacia el país a fines de agosto, es decir después de las elecciones primarias.

“Las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la quinta y sexta revisiones en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo de 30 meses de Argentina”, indica el texto difundido desde Washington.

Sin embargo, aclara que “el acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto. Una vez completadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de USD 7.500 millones”.

En ese sentido, desde el Palacio de Hacienda revelaron que el pacto prevé un primer desembolso en agosto y otro en noviembre. Con esos fondos el Gobierno debe afrontar los vencimientos del canje de deuda que rondan los 8.000 millones de dólares y cuyo primer pago, de unos 3.500 millones debería hacerse la semana próxima.

El titular del Banco Central, Miguel Pesce

Cómo principal eje del acuerdo está la constante revisión de la política monetaria y el pedido al ministro de Economía, de un ajuste fiscal más fuerte y la suba de impuestos. Además el comunicado advierte sobre las acciones del oficialismo para los próximos meses.

“Desde la finalización de la cuarta revisión, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales. También ha habido desvíos y retrasos en las políticas, que han contribuido a una fuerte demanda interna y una balanza comercial más débil”, concluye el análisis del FMI.